El término motivación frecuentemente se ha empleado en muchos contextos. Por ello, una definición unitaria estricta no sólo seria arbitraria, sino probablemente también disfuncional. Hablando en términos generales, sin embargo, las personas han reflexionado y escrito sobre la motivación han considerado dos grupos de ideas diferentes, aunque interrelacionadas.
- El primero se centra en las características del entrono o personales que sirven para vigorizar, activar, o motivar al individuo. Estos enfoques han sido denominados teorías de contenidos de la motivación ya que tienen por cometido identificar las clases de variables que sirven para estimular al individuo.
- El segundo enfoque se ha ocupado de explicar la manera que el individuo opta por una conducta concreta. Campell y otros denominan a estas orientaciones enfoques de proceso, ya que se centran en los mecanismos que enlazan las variables de contenido con las acciones significativas que pueda llevar acabo el individuo.
En un contexto de organización, por ejemplo, debemos disponer de información sobre las necesidades que sienten las personas o los resultados que persiguen (Contenidos) a fin de proporcionar los tipos de recompensas que consideren atractivos. Al mismo tiempo, sin embargo, estas recompensas deben administrarse de manera que las personas se sientan estimuladas a mostrar las conductas que exigen la organización. Esto requiere un conocimiento del proceso motivacional.
Este apartado trata el temo de la motivación en la medida en que se aplica a los contextos de las organizaciones. Por consiguiente, tiene como función mejorar la interpretación sobre los contenidos y procesos en la medida en que se aplica en conducta afines al trabajo como la elección del puesto de trabajo, mantenimiento del puesto de trabajo y, concretamente, el rendimiento en el puesto de trabajo.
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