La continua expansión de los negocios modernos ha añadidos cargas a la dirección de una empresa a la hora de mantener el control sobre operaciones extensa. El incremento de las actividades regulares, la descentralización, y la mayor dispersión geográfica han puesto por sí misma serios retos el control de la dirección. Hay que añadir, además, los nuevos problemas relacionados con las fusiones y adquisiciones, la diversificación de productos, la informática y otras tecnologías, el grado de complejidad alcanzado reclama una ejecución sobresaliente en todos niveles de dirección.
Los nuevos problemas han hecho necesarios delegar responsabilidades y autoridad en numerosos niveles de supervisión. Sin embargo, la responsabilidad de la dirección no termina con esta asignación de funciones pues no puede delegar su responsabilidad general. Con la delegación de responsabilidades la dirección tuvo que encauzar el control a través de un especialistas, los auditores internos, para poder mantener la vigilancia sobre la cadena control de dirección.
Es necesario un programa sistemático de revisión y valoración para comprender que las responsabilidades delegadas han sido bien encauzadas y que las políticas y procedimientos establecidos se han llevado a cabo como estaba previsto. Más aún, si pudiese existir una revisión regular por un personal cualificado para determinar que le sistema de control ha sido el adecuado y a través de pruebas constantes, determinar que ha resultado operativamente efectivo, podría asegurarse la integridad del control y de la información.
Si tal seguridad , la dirección podría dudar de los estados financieros cuando se utilice como guía para la toma de decisiones diarias. Sin tal seguridad, el auditor no puede confiar en el sistema de control Interno, a no ser que incremente mucho sus evidencias y la extensión de los procedimientos de Auditoria.
El establecimiento y mantenimiento de un sistema de control interno es una responsabilidad importante de la dirección. Los conceptos básicos implícitos en la definición del control interno contable se comenta en el contexto de esa responsabilidad. El sistema de control interno estará bajo la continua supersvisión de la dirección, para poder comprobar que sigue funcionando como estaba previsto, y para poder modificarlo apropiadamente según los cambios en las condiciones.
Los auditores independientes deben considerar los procedimientos efectuados por los internos es la determinación de la naturaleza, tiempo y extensión de sus propias evidencias. El trabajo del auditor interno debe considerarse como un suplemento y no como un sustituto, de las evidencias de los auditores independientes.
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