La toma de decisiones es un proceso mental mediante el cual un directivo recopila información y la utiliza. Los directivos de manera individual y por equipo, gestionan y contratan la información y, por lo tanto, el entorno de la empresa, preguntando a los demás, entresacando sus respuestas para encontrar la información relevante y analizando los datos recopilados.
Existen básicamente dos tipos de decisiones, cada una de las cuales requiere un proceso diferente. La toma de decisiones estratégicas determina lo que la organización quiere ser. Es un marco que guía aquellas alternativas que determinan la naturaleza y dirección de una organización. La toma de decisiones operacionales determina cómo debería llegar la organización a donde quiere ir. Es un marco de referencia que asesora a los directivos individualmente y a los equipos de directivos sobre como organizar la información, investigar las situaciones existentes, escoger las alternativas adecuadas e implementar las decisiones.
El establecimiento de las estrategias es una tarea que corresponde a la alta dirección. La responsabilidad para determinar hacia dónde se dirige la organización recae únicamente en los ejecutivos principales, si bien los ejecutivos operativos clave y los de asesoramiento deben estar seguro de que sus respectivas funciones siguen una estrategia que ésta de acuerdo con la dirección del conjunto de la organización. Si la gerencia no controla el proceso de formulación de estrategias, la naturaleza y dirección de la organización estará implícitamente determinada, sin orden ni concierto, por otras personas dentro y fuera de la misma.
La toma de decisiones operacionales es igual de vital para el éxito de la organización. La toma de decisiones estratégicas se desarrollan según cuatro procesos racionales:
- El primero afecta a la organización . Los directivos eficaces evalúan las situaciones planteado preguntas pertinentes y estableciendo prioridades en cada una de ellas.
- En segundo lugar, los directivos capaces y eficaces, que además de su buena capacidad de organización son buenos investigadores, siguen una secuencia lógica que les permita determinar qué información es relevante y eficaz.
- El tercer proceso racional es el que corresponde a la elección de alternativas. Los directivos eficaces establecen unos criterios para la elección entre alternativas, los evalúan a partir de estos criterios y tienen en cuenta los riesgo asociados con cada una de ellas.
- El cuarto proceso consiste en la implementación de las decisiones. Lo buenos directivos prevén lo que podría salir mal y toman las medidas específicas para impedir que se den consecuencias adversas o para minimizar su efecto.