En muchas ocasiones las sesiones de formación son más provechosas cuando se se celebran fuera del recinto de la empresa, pues así se logra que los empleados se concentren mejor en los temas, no se distraigan con interrupciones a veces inevitables y se sientan transportados por completo al asunto que van a tratar. Otras veces, en cambio, es imposible disponer en la empresa de las condiciones e instalaciones que requiere la moderna formación. Por último, en determinados casos es obligado asistir a otros centros para adquirir conocimientos específicos, o bien el tipo de formación es de índole personal y debe adquirirla el empleado dentro de su tiempo libre. Todos estos tipos de formación se agrupan en unos cuantos formas de enseñanzas, que se exponen a continuación:
CURSILLOS IMPARTIDOS POR PROVEEDORES. Los proveedores cuentan muchas veces con cursillos de formación para sus clientes, bien como forma de introducir sus productos en el mercado, bien como complemento a esa introducción. Las empresas deben aprovechar estos cursillos para que el personal adquiera ciertos conocimientos sobre las nuevas técnicas necesaria para su comprensión, aunque esté enfocada desde un punto de vista práctico.
PELÍCULAS DIDÁCTICAS. La enseñanza puede impartirse pro medio de películas, sobre todo cuando no se dispone de los elementos físicos que se desea estudiar. Este medio permite conocer los equipos, el modo de empleo, las operaciones manuales y el ambiente, todos ellos muy difíciles de representar por otros medios.
CURSILLOS DE FORMACIÓN DE LA EMPRESA. Muchas veces interesa, aun tratándose de cursillos impartidos por la empresa, que los receptores de la formación se convierten en un lugar distinto del trabajo, sobre todo cuando deban realizarse durante varios días. Para que la formación resulte más provechosa, suelen elegirse lugares tranquilos, como un hotel situado en un lugar aislado.
CURSILLOS IMPARTIDOS POR EMPRESAS ESPECIALIZADAS. En la actualidad hay en el mercado empresas que imparten cursos de formación en temas culturales, técnicos o empresariales, a los que puede resumirse cuando la empresa propia no dispone de medios para facilitarlos directamente o bien entiende que le resulta menos gravoso. Otras veces, el número de asistentes previsto es tan pequeño que resultará antieconómico organizar un cursillo. Por el contrario, en los cursos a cargo de empresas ajenas pueden inscribirse alumnos procedentes de distintas compañías con la ventaja adicional de que todo ellos se relacionarán entre sí y, con sus diferentes puntos de vistas, comprenderán mejor el papel que desempeñan en sus respectivas empresas.
LA FORMACIÓN A DISTANCIA. Este recurso tiene la ventaja de ahorrar tiempo, un factor clave de la vida empresarial. Evitar desplazamiento y poder acomodar el horario de estudio a las propias necesidades hacen de ésta una buena alternativa. Es verdad que, aunque en desarrollo en los últimos tiempos, no se un medio que goce aún de gran prestigio. En la selección del curso estará entonces la clave de su provecho. Por otro lado, la flexibilidad en la aplicación exige cierta autosuficiencia por parte del usuario, una mayor organización y responsabilidad respecto del proceso de aprendizaje. A la hora de optar por esta alternativa se deberá tener en cuenta el diseño del programa de formación, la organización administrativa que asegure la entrega de materiales y comunicación a los participantes y la selección de tutores.
ENSEÑANZA EN CENTRO OFICIALES. En este apartado se incluye todo tipo de formación a cargo de centros de formación profesional, escuelas técnicas y universidades. En todos estos centros, donde la enseñanza es aplicable a más de una especialidad y a diversas empresas, los empleados pueden adquirir conocimientos generales que los preparen mejor para un mayor número de cometidos. La empresa debe estimular entre su personal la asistencia a estos cursos, y ayudarle por medio de una compensación parcial de sus gastos.
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